Marketing Emocional: el caso Coca-Cola

Escrito

Revisado: 10 de noviembre de 2020

Podemos asegurar que Apple, Coca-Cola, Facebook, IKEA, Nike son de las marcas más reconocidas. Según el ranking qué miremos, el de 2015, 2013 podemos ver diferentes posiciones de estas marcas, pero está claro que están en cabeza.

En el caso de Coca-Cola, quizás sea la más reconocida. Según estudios el 94% de la población mundial la reconoce. Si seguimos hablando de números… Vende casi mil millones de unidades al día, tiene una plantilla de más de 700.000 trabajadores, operan en las 6 regiones en más de 200 países y ¡un cumpleaños de 126 años!

¿Cómo llega Coca-Cola a ser tan conocida?

En anteriores entradas comentábamos la importancia de la comunicación corporativa. Actualmente reconocemos con bastante facilidad un spot de la marca o un cartel publicitario. Su logo es atractivo y fácil de recordar. Lo compone una caligrafía original que ayuda a continuar la lectura, así como sus dos grandes “C” que hacen que sea fácilmente reconocible. Tal es su éxito que un siglo después de la creación del logo, siguen utilizando el mismo.

Breve historia

Coca-Cola ha logrado posicionarse como una de las marcas más emocionales del mercado gracias a sus campañas publicitarias. Mucho antes de sus spots televisivos y carteles repartidos por ciudades y carreteras, Coca-Cola experimentó en los 70 la importancia de las emociones.

Ya habían logrado repartir entre la población norteamericana, surtidores de gaseosa por los bares. Cada vaso valía 5 centavos, de esta forma era accesible para todos los bolsillos. También regalaron vales canjeables para que las probases aquellas personas que aún no la habían consumido. Crearon su primera planta embotelladora para que los clientes pudiesen llevarse a casa el producto. Y de ahí a su actual sistema de distribución de la refrescante bebida. Crearon su propio diseño de botella, para evitar los plagios y facilitar su reconocimiento.

En la Segunda Guerra Mundial Coca-Cola hacía llegar a los defensores de su patria norteamericana su preciada bebida. Los fotógrafos que cubría la batalla eran los encargados de tomar fotografías donde mostraban a los soldados refrescándose con esta bebida gaseosa. Y lo mejor, costaba lo mismo que en casa, 5 centavos. ¿Cómo lo lograron si había que sumarle el transporte? Crearon la lata, de esta forma optimizaban costes y mantenían el preciado líquido en óptimas condiciones.

En los 70 tras el desafío Pepsi, las ventas de Coca-Cola se vieron mermadas. Pensando que se debía al sabor más dulce de la primera, la marca roja estableció una nueva receta “New Coke”. Sus seguidores más fieles enfurecieron y pedían la vuelta a la receta original. Esto demostró lo unido que puede estar un cliente con una marca. En el caso que nos ocupa lograron el restablecimiento de la fórmula original. Los consumidores habían establecido una emoción hacia la marca, gracias al comportamiento de esta. De esta manera Coca-Cola estructura sus campañas en el marketing emocional.

El Marketing Emocional de Coca-Cola

La mayoría de consumidores no adquieren productos basados en la razón. O si lo hacen tienen una base apoyada en las emociones y sentimientos hacia una marca o producto. Coca-Cola ha sabido apostar por el neuromarketing lo que le ha permitido acercar más aún a su cliente.

Sus grandes y extraordinarias campañas publicitarias y de marketing, hoy Coca-Cola es casi un fiel sinónimo de felicidad. Asociamos Coca-Cola al color rojo, y en muchas ocasiones esta asociación también se realiza en sentido opuesto.

Mi marketing emocional

Después de todo esto es posible que te preguntes:

  • ¿Tengo presupuesto para crear marketing emocional?
  • ¿Cómo aplico el marketing emocional a mi negocio?

Esperamos resolverte estas y otras preguntas a continuación.

Obviamente tienes presupuesto para comenzar a crear un marketing emocional. El diseño de un logo, la elección de los colores de marca, e incluso la sintonía musical (si sabes de música) pueden tener un coste cero. Puedes crear todo esto y otros elementos de diseño gráfico una tarde en tu garaje, mientras te relajas en un bonito mirador o delante de un escritorio. Esta actividad tiene un coste muy bajo que puedes permitirte, lápiz y papel. Incluso puede salirte gratis si has visitado recientemente una gran superficie de venta de muebles. 😉

Eso sí, en caso que tus habilidades se distancien del dibujo que contactes con alguien que pueda ayudarte. Crea tu boceto y muéstraselo para que pueda ayudarte a concretar y estilizar tu diseño.

Si eres de esas personas que no les importa qué negocio montar, busca una necesidad. Analiza tu entorno e identifica una necesidad patente en la sociedad. De esta manera te va a ser mucho más fácil guiarte por las emociones y sentimiento que te transmitan los interesados. Una vez identificada, crea tu solución y ponte en marcha.

Busca una emoción positiva para identificarla con tu negocio. Trabaja cómo puede unirlas y hacer que caminen de la mano. Si necesitas ayuda o quieres más información puedes contactar con nosotros sin compromiso.

Si te ha gustado la entrada, compártela con tus amigos y conocidos.